Más de 50 intelectuales encabezados por los premios Nobel Gabriel García Márquez, José Saramago y Adolfo Pérez Esquivel lanzaron un manifiesto en contra de lo que consideran "la legalización de la tortura" en EEUU.
"El Congreso de EEUU acaba de aprobar una ley que justifica y propicia la práctica de la tortura mediante la autorización de interrogatorios coercitivos y la imposición del dolor físico y mental como procedimiento pretendidamente legal", señala el texto firmado por 57 intelectuales iberoamericanos.
[Justifica y propicia la tortura mediante interrogatorios coercitivos y la imposición del dolor físico y mental. La tortura se extiende a las familias, los círculos sociales o las comunidades que puedan disponer de información.]
[Justifica y propicia la tortura mediante interrogatorios coercitivos y la imposición del dolor físico y mental. La tortura se extiende a las familias, los círculos sociales o las comunidades que puedan disponer de información.]
El pasado 17 de octubre, el presidente de EEUU, George W. Bush, promulgó la llamada 'Ley de Comisiones Militares', que autoriza duros métodos de interrogatorio y crea tribunales militares para juzgar a sospechosos de terrorismo, incluyendo a los que están detenidos en Guantánamo (Cuba).
En una rueda de prensa, celebrada hoy en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), oeste de México, presentaron el texto el portugués Saramago, el fiscal anticorrupción de Madrid Carlos Castresana, el ensayista catalán Eduardo Subirats, ambos españoles, la mexicana Ana Colchero y la argentina Pilar Calveiro.
La elaboración del texto corrió a cargo de la politóloga Pilar Calveiro, el fiscal Castresana, la antropóloga brasileña Rita Laura Segato, su colega colombiana Margarita Serje, y Eduardo Subirats.Otros intelectuales de renombre que han apoyado este manifiesto son el catalán residente en Marruecos Juan Goytisolo, o el mexicano Carlos Monsiváis."Esta legalización de la tortura corona una serie de escándalos globales que han puesto de manifiesto su uso por parte de agentes y militares de esa misma guerra global sobre quienes ellos discrecionalmente dispongan, principalmente en prisiones secretas y campos de concentración", añaden.
"La aplicación de la tortura se extiende deliberadamente a grupos sociales amplios comprendiendo las familias, los círculos sociales o las comunidades religiosas que puedan disponer de información directa o indirecta sobre cualquier forma de resistencia política, sea o no violenta", agrega.
Saramago señaló que "hay que hacer un examen de conciencia: qué es lo que pasa con la humanidad" ya que el ser humano es "el único animal que tortura a sus semejantes".
Expresó su preocupación por la "falsedad" de la democracia, esa institución que dice ser la más perfeccionada pero que abre resquicios para torturar de forma legítima, como ha ocurrido en EEUU. Para Carlos Castresana, fiscal del Tribunal Supremo español y coordinador de la ONU para la lucha contra la droga en México y Centroamérica, el silencio que existe en torno a la tortura "es cómplice", ya que esa es una práctica vigente en la mitad de los países del mundo.
Denunció que medidas como la legalización de las comisiones militares estadounidenses para detenidos por terrorismo puede enviar "un mensaje disolvente" a países de América Latina para que prácticas similares sean aprobadas. Consideró que en este momento la gran pregunta es saber si el Partido Demócrata de EEUU "va a derogar esta ley", cuyas primeras discusiones se remontan al 2001, tras los atentados del 11 de septiembre.
Expresó su preocupación por la "falsedad" de la democracia, esa institución que dice ser la más perfeccionada pero que abre resquicios para torturar de forma legítima, como ha ocurrido en EEUU. Para Carlos Castresana, fiscal del Tribunal Supremo español y coordinador de la ONU para la lucha contra la droga en México y Centroamérica, el silencio que existe en torno a la tortura "es cómplice", ya que esa es una práctica vigente en la mitad de los países del mundo.
Denunció que medidas como la legalización de las comisiones militares estadounidenses para detenidos por terrorismo puede enviar "un mensaje disolvente" a países de América Latina para que prácticas similares sean aprobadas. Consideró que en este momento la gran pregunta es saber si el Partido Demócrata de EEUU "va a derogar esta ley", cuyas primeras discusiones se remontan al 2001, tras los atentados del 11 de septiembre.
Finalmente para el ensayista español Eduardo Subirats, profesor de la Universidad de Nueva York, el manifiesto "es una protesta contra el cinismo bajo el que se ha aprobado esta ley" en un país con credenciales democráticas. Subirats señaló que con esta ley se da "un proceso de involución o regresión" que se suma a los de "un control absoluto de los movimientos de las personas en EEUU". Fuente Link
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