jueves, 17 de agosto de 2006

Hora de paz, hora de funerales,
REUTERS/ Un ciudadano libanés enciende un cigarrillo sobre las ruinas de su casa en un barrio del sur de Beirut
Los cadáveres se han almacenado en camiones que antes de la guerra se usaban para transportar carne

Por M. AYESTARÁN
TIRO. Nassar Abdelgani era uno de los líderes militares de Hizbolá en la región de Tiro. Un ataque de comandos de Israel acabó con su vida la pasada semana. Su pueblo, Abbasiye, le recibió como a un auténtico héroe. Calles en las que ondeaban las banderas amarillas de Hizbolá, pasean retratos de su líder, Nasralah, y menudean conmovidos abrazos entre los presentes.
Cada uno de esos abrazos venía acompañado de sus correspondientes cuatro besos, según la costumbre local. «No ha muerto, sigue entre nosotros, los mártires nunca se van» comentaba su primo, Suhel Abdala, en la puerta del cementerio. Como telón de fondo, dos enormes pancartas amarillas con sendos mensajes en inglés: «Vuestra sangre ha ganado» y «Esta es vuestra democracia, USA». [+] Link
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