Opinión
Vuelos de la CIA
EL informe elaborado por la comisión de la UE sobre los vuelos secretos de la CIA contiene un dato muy significativo: 63 escalas de las 125 realizadas en suelo español se han producido durante la etapa del gobierno socialista. Zapatero repitió ayer que el Ejecutivo no sólo no autorizó dichas escalas, sino que ni siquiera tuvo conocimiento de ellas. Sin embargo, el ministro de Justicia ha ido un paso más allá hablando de «indicios», aunque sin olvidar que las culpas se deben al militarismo de Aznar.
Parece claro que el Gobierno practica una doble moral en sus relaciones con los Estados Unidos. Zapatero acusó al PP de sumisión a Bush y al imperialismo, realizó desaires inauditos y ordenó de inmediato la retirada de las tropas en Irak, además de lanzar proclamas inoportunas desde Túnez. Ahora resulta que practica un servilismo injustificado en una cuestión que merece un serio rechazo de la comunidad internacional. El Ejecutivo, que se dice progresista y lanza retos «de boquilla» a la potencia hegemónica, se pliega a la CIA y permite utilizar aeropuertos civiles en vuelos de más que dudosa legalidad. Ni siquiera cabe la disculpa de lo previsto en convenios o tratados, porque se han utilizado aeropuertos como el de Mallorca, ajenos a cualquier condición militar o estratégica.
El presidente del Gobierno está obligado a dar explicaciones en el Congreso, porque la opinión pública contempla con perplejidad este extraño juego de maquiavelismo a pequeña escala. Muchos sectores de la izquierda están más que molestos al haber sido utilizados como coartada para una retórica trasnochada de tono antiimperialista por parte de quienes no tienen luego la dignidad de denunciar los aspectos más criticables en la actuación de la única superpotencia actual. De hecho, desde Izquierda Unida se dice que el informe europeo ha dado «un baño» al Gobierno, al que acusa de practicar la política del avestruz. También algunos socios nacionalistas reclaman su cuota territorial de explicaciones: así el BNG requiere del ministro de Asuntos Exteriores que informe sobre la utilización presunta del aeropuerto de Vigo para uno de los vuelos. El desconocimiento que alega Moratinos sobre el informe comunitario no tiene justificación alguna y deja en mal lugar su promesa de informar con plena transparencia. El PP, por supuesto, debe exigir a Zapatero que diga a los españoles por qué era intolerable el apoyo de Aznar a Bush y resulta en cambio una buena estrategia favorecer los planes de la CIA actuando como cooperador necesario en esos vuelos ilegales.
Los asuntos de política exterior han dado pocas alegrías al presidente del Gobierno, empeñado en hacer juegos malabares con falsos amigos populistas y situando a España en tierra de nadie. Ahora puede, además, causarle un serio disgusto, porque las dos opciones posibles son muy negativas: si se trata de un ejercicio de cinismo, quedará al descubierto que practica un doble juego con los Estados Unidos; si se trata de una ignorancia inexcusable, alguien de alto nivel debe pagar muy cara su absoluta ineficacia en el cumplimiento de las obligaciones. Fuente Link ABC.es
sábado, 17 de junio de 2006
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario