Más de 26 millones de personas han visto en YouTube la interpretación de la canción I dreamed a dream (Soñé un sueño) del musical Los Miserables, con la que Boyle también sorprendió a los 11,3 millones de personas que la vieron cantar en directo el pasado sábado a través de la cadena de televisión británica ITV.
Otras 2,3 millones de personas han pinchado la página de Britain's got talent para verla y Susan Boyle ha sido el tema más tratado en la red social de internet Twitter, donde actores de Hollywood como Demi Moore y Ashton Kutcher -con 1,6 millones de seguidores- han expresado su admiración por esta escocesa.
A su voz excepcional, se unen una timidez y sencillez que han cautivado al público de todo el mundo
Boyle, que invierte buena parte de su tiempo como voluntaria en una iglesia de Blackburn, una pequeña localidad próxima a Edimburgo, y que vive sola junto a su gato Peebles, es una trabajadora social en paro cuyas aptitudes artísticas hasta ahora sólo eran conocidas por los parroquianos que frecuentaban el karaoke local.
A su voz excepcional, se unen una timidez y sencillez que han cautivado al público de todo el mundo y que le han convertido en la gran favorita para el triunfo final en Britain's got talent, uno de los shows televisivos con más audiencia en este país.
En la gala que le ha hecho famosa, manifestó que nunca ha sido besada y que su sueño siempre fue dedicarse a la canción, pero que nunca había encontrado la oportunidad para hacerlo. "Me apunté a la competición, porque quería darle una oportunidad a la canción.
Al principio me resultó desquiciante para los nervios, pero una vez que me tranquilicé y empecé a cantar, pensé que la audiencia me aceptaba un poco más. A partir de ahí, me relajé y empecé a disfrutarlo", declaró. Los tres miembros del jurado y las 3.000 personas que estaban en el teatro donde se grabó la gala la recibieron con escepticismo e incluso risas, dado su aspecto desaliñado, pero bastaron 3 minutos de canción para que Boyle se convirtiera en una sensación.
Entrevistada por la CBS y por la CNN
Fue la primera gala de este programa, pero las casas de apuestas del Reino Unido, país en el que se apuesta por todo, ya le consideran como la gran favorita para hacerse con el premio final. En la última semana ha concedido más de 60 entrevistas y los vecinos de Blackburn han vivido rodeados de reporteros de medios de todo el mundo, deseosos de conocer la historia de esta mujer, la menor de una familia de nueve hijos que sufrió cierto retraso de aprendizaje durante su infancia por problemas al nacer.
YouTube y Twitter han jugado un papel decisivo, pero la clave es que "al público le gusta la gente con aspecto de desamparo"
Ha sido entrevistada por la CBS y por la CNN para el programa de Larry King, se espera una próxima aparición en el programa de Oprah Winfrey y hasta el Washington Post la ha llevado a su portada.
De momento, ella parece inalterada por este sorprendente y súbito salto a la fama y se limita a manifestar que "ha sido una semana bastante ajetreada" y que "no esperaba una reacción así". "Al principio todo me pareció un poco extraño, pero me gusta que me hagan caso y me podría acostumbrar a ello".
"Me lo estoy tomando todo con calma", ha manifestado en las entrevistas. Los responsables del programa se frotan las manos y su director, Simon Cowell, que hace también el papel de "jurado malo", dice ya que Boyle llegará a estar en lo más alto de la lista de ventas tanto en el Reino Unido como en Estados Unidos.
Max Clifford, uno de los relaciones públicas más influyentes del Reino Unido y representante de Cowell, aseguró al diario The Guardian que no ha visto nunca algo parecido al "fenómeno Boyle" y lo atribuyó a la inmediatez que propician las nuevas tecnologías y a que se trata de un personaje con gran atractivo para el público.
YouTube y Twitter han jugado un papel decisivo, pero para Clifford la clave es que "al público le gusta la gente con aspecto de desamparo que es capaz de demostrar que los sueños se pueden hacer realidad aunque no se tenga la belleza de una actriz de cine". No obstante, Clifford reconoce que el estallido mediático de Boyle tuvo una cierta preparación: "las cartas estaban marcadas antes de la gala. No hay duda que la gente del programa ya la seguía. Simon (Cowell) llevaba semanas hablándome de ella".
Fuente: Agencias