Con 25 víctimas mortales, la franja de Gaza ha sido la más castigada por los constantes y diariariamente llevados a cabo los bombardeos aéreos israelíes, no obstante hay que mencionar que fueron especialmente intensos en la noche y madrugada del miércoles. Por otra parte, las milicias palestinas han lanzado más de cien cohetes artesanales y proyectiles de mortero contra el sur de Israel, según la oficina de información del Ejército israelí.
Uno de estos artefactos acabó ayer con la vida de un israelí de 47 años en la universidad de Sapir, en la zona fronteriza, y generó la dura y sangrienta respuesta israelí. Los cohetes Al-Kassam, montados en talleres de Gaza, han caído en las últimas 36 horas en ciudades como Ashkelón, más lejanas a la frontera y habitualmente libres de estos ataques.
Israel ha respondido a la lluvia de proyectiles con una dureza inédita en las últimas semanas.
Si bien la mayoría de las 28 víctimas mortales en Gaza y Cisjordania son milicianos, también varios civiles han perdido la vida, entre ellos ocho niños, incluido un bebé de cinco meses de edad. Cuatro de los menores murieron esta tarde al recibir el impacto de un misil al acercarse a una lanzadera de cohetes Al-Kassam en las inmediaciones de Beit Lahiya, en el norte de Gaza. Otro de los civiles muertos este jueves es un pastor que recibió el impacto de una bomba también al aproximarse a una lanzadera de cohetes.
Un ataque posterior, en el que murieron dos palestinos, destrozó una comisaría situada a unos 200 metros de la casa del líder del Gobierno de facto de Hamás en la franja de Gaza.
Source: Agencias