Ya son 5.427 los muertos por
el seísmo en la isla de Java
<=>Unas mujeres lloran por sus muertos
La cifra de muertos por el terremoto de 6,2 grados de magnitud que sacudió el pasado sábado el sur de la isla de Java asciende ya a 5.427, según datos ofrecidos por el Ministerio indonesio de Asuntos Sociales.
Gran parte de las víctimas mortales contabilizadas hasta el momento proceden de los distritos sur y norte de la ciudad javanesa de Yogyakarta, pero otras zonas no han recibido aún ayuda.
El grueso de la operación humanitaria se ha concentrado en Bantul, la localidad más cercana al epicentro y la que ha registrado la mayor destrucción: 3.082 muertos, según el balance provisional del Gobierno, y el 80 por ciento de casas derruidas en algunos barrios.
La incesante caravana de camiones del Ejército, coches de organizaciones locales e internacionales y vehículos de amigos y familiares están causando colas de hasta dos horas de entrada y salida a Bantul.
Sin embargo, en zonas como Purjorwejo, entre Pundong y Purwosari, los desplazados están todavía lejos del punto de mira de las autoridades locales y organizaciones.
"Hemos detectado la necesidad de ayuda en zonas como Pundong por medio de la comunidad de radioaficionados", ha declarado la española residente en Yogyakarta Paloma Cascales, que está ayudando a Cruz Roja Española a desplegar sus sistemas de agua y saneamiento.
"Con las radios hemos montado un sistema de recogida de datos alternativo, muy rápido porque no hay burocracia", añade Toni Sorjoputro, uno de los radioaficionados. En los pueblos de Klaten más cercanos a Yogyakarta la situación se repite pero empeora por la endémica corrupción. Sus residentes murmuran que más de la mitad de los gobernantes de la ciudad está en la cárcel por corrupción y, por ello, prefieren confiar en la ayuda ofrecida por las organizaciones no gubernamentales.
Necesidades básicas
Unas 200.000 personas han sido desplazadas por el seísmo, al haber perdido sus hogares. Agua potable, tiendas de campaña y material sanitario son las principales necesidades en las áreas devastadas. Los hospitales siguen desbordados, aunque cada vez son más los médicos y el personal auxiliar que llegan para ayudar.
El presidente de Indonesia, Susilo Bambang Yudhoyono, ha trasladado temporalmente su despacho a Yogyakarta para dirigir de cerca las operaciones humanitarias y de rehabilitación, según la agencia de noticias Antara. /EFE / PURJORWEJO (INDONESIA) Vía Link
martes, 30 de mayo de 2006
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