domingo, 6 de mayo de 2007

Paul Éluard: Dos poemas quizás tres

Paul Éluard: Dos poemas quizás tres

Paul ÉLUARD es una de las voces fundamentales de la poesía francesa, y sus poesía ha pasado por etapas que van de la experimentación dentro de los márgenes del dadaísmo, asi como su búsqueda posterior en la que se participará activamente del movimiento surrealista hasta su etapa política y su compromiso con la causa española que se verá reflejado en un conjunto de poemas en los que su necesidad de sentar su posición quede expuesta.

Aquí les dejó 3 poemas de Paul Éluard, y un retrato pintado por Dali para ilustrar como era visto por otro de los genios del siglo pasado, o para pensar como se podría haber retratado desde su propio sueño, pero claro esas son sólo especulaciones

AVISO
La noche antes de su muerte
Fue la más corta de su vida
A la idea de que aún vivía
Le ardía la sangre en los puños
Le asqueaba el peso de su cuerpo
Su fuerza le hacía gemir
Fue en lo profundo de este horror
Cuando comenzó a sonreír
Ya no tenía un camarada
Sino millones y millones
Para vengarle lo sabía
Y para él se alzó la aurora.

LA ENAMORADA
Está de pie en mis párpados
Y sus cabellos en los míos,
Tiene la forma de mis manos,
Tiene el color de mis ojo,
Se hunde en mi sombra
Como una piedra en el cielo.

Tiene los ojos abiertos
No me deja dormir.
Sus sueños en plena luz
Evaporan los soles,
Me hacen reir, llorar y reir,
Hablar sin nada que decir

Libertad
En mis cuadernos de escolar
en mi pupitre en los árboles
en la arena y en la nieve
escribo tu nombre.

En las páginas leídas
en las páginas vírgenes
en la piedra la sangre y las cenizas
escribo tu nombre.

En las imágenes doradas
en las armas del soldado
en la corona de los reyes
escribo tu nombre.

En la selva y el desierto
en los nidos en las emboscadas
en el eco de mi infancia
escribo tu nombre.

En las maravillas nocturnas
en el pan blanco cotidiano
en las estaciones enamoradas
escribo tu nombre.

En mis trapos azules
en el estanque de sol enmohecido
en el lago de viviente lunas
escribo tu nombre.

En los campos en el horizonte
en las alas de los pájaros
en el molino de las sombras
escribo tu nombre.

En cada suspiro de la aurora
en el mar en los barcos
en la montaña desafiante
escribo tu nombre.

En la espuma de las nubes
en el sudor de las tempestades
en la lluvia menuda y fatigante
escribo tu nombre.

En las formas resplandecientes
en las campanas de colores
en la verdad física.
escribo tu nombre.

En los senderos despiertos
en los caminos desplegados
en las plazas desbordantes
escribo tu nombre.

En la lámpara que se enciende
en la lámpara que se extingue
en la casa de mis hermanos
escribo tu nombre.

En el fruto en dos cortado
en el espejo de mi cuarto
en la concha vacía de mi lecho
escribo tu nombre.

En mi perro glotón y tierno
en sus orejas levantadas
en su patita coja
escribo tu nombre.

En el quicio de mi puerta
en los objetos familiares
en la llama de fuego bendecida
escribo tu nombre.

En la carne que me es dada
en la frente de mis amigos
en cada mano que se tiende
escribo tu nombre.

En la vitrina de las sorpresas
en los labios displicentes
más allá del silencio
escribo tu nombre.

En mis refugios destruidos
en mis faros sin luz
en el muro de mi tedio
escribo tu nombre.

En la ausencia sin deseo
en la soledad desnuda
en las escalinatas de la muerte
escribo tu nombre.

En la salud reencontrada
en el riesgo desaparecido
en la esperanza sin recuerdo
escribo tu nombre.

Y por el poder de una palabra
vuelvo a vivir
nací para conocerte
para cantarte
Libertad

1 comentario:

Anónimo dijo...

Precioso poema el de este poeta francés que no se rindió ante los que atropellaban todos los derechos humanos, envilenciendo la dignidad, la justicia y la vida, y supo luchar con todas sus fuerzas sin rendirse con todo lo que tenía: la poesía. Lo escribió en 1942, en plena ocupación nazi, y por ello fue perseguido por la Gestapo.

Gracias por dejarlo aquí, uno de estos días también lo pondré en mi blog.

Un cordial saludo.

Hannah