lunes, 28 de noviembre de 2005

España y la alianza de civilizaciones

Otra vez se ha vuelto a discutir el polémico tema de la Alianza de Civilizaciones con motivo de la celebración de la Cumbre de Barcelona. Algunos observadores apuntan que dicha propuesta sugerida por España y apoyada por Turquía y otros países comienza a dar sus primeros frutos. Tras el compromiso de Kofi Annan con esta iniciativa, hecho pública el pasado mes de septiembre en la Asamblea General de la ONU, se celebrará durante los días 27 y 28 de noviembre la primera reunión del grupo de Alto Nivel convocado por el Secretario General de las Naciones Unidas.

El grupo de Alto Nivel estará compuesto por reconocidos intelectuales versados en religión, conflictos y diálogos interculturales, además de por políticos y representantes de instituciones pertenecientes a países de Oriente y Occidente.

Rodríguez Zapatero desde el principio había lanzado su profética idea ante el foro de las Naciones Unidas. Muchos habían criticado su propuesta y todavía nadie cree en lo que dice, ni tampoco quiere saber de lo que el Presidente español habla. En cambio, él parece estar, cada día, más seguro de la originalidad de su propuesta. Un confuso llamamiento a poner en marcha una idea polémica de alianza entre civilizaciones y culturas. Algunos analistas piensan que la idea no es nada más que un concepto confuso o una idea poco realista. Otros, algo extremistas, se oponen completamente a la posibilidad de llevar a cabo dicha propuesta en la realidad del conflictivo mundo en el que vivimos; llegando a considerar que todo el proceso ideológico o político que lo mueve no tiene sentido, es decir, que la propuesta en sí misma es una verdadera farsa.

Así pues, la Alianza parece, desde esta óptica, que sólo sirve como tema idóneo para alimentar buenos discursos políticos con motivo de las grandes reuniones internacionales. En mi opinión, la enunciación semántica de este concepto solo tiene significado en un mundo ideal, en un mundo de filósofos, pensadores u hombres de religión. Es, por supuesto, difícil que tenga el mismo significado para los 'políticos' que para las élites de intelectuales. Digamos que son 'ideas' que solo sirven para teorizar o para engrosar sesudos ensayos libros porque, la realidad en la que vivimos es algo diferente.

El termino 'Alianza de Civilizaciones' que el Sr. Rodríguez Zapatero viene repitiendo en sus discursos, no es tema oportuno para muchos españoles y otros europeos en general, sobre todo dadas la actual situación de conflictos abiertos como la guerra contra el terrorismo islamista o la guerra de Irak.El pueblo español, según mi opinión, no está dispuesto a pactar esa alianza detrás de Zapatero, aún siendo España el país occidental más cercano a la civilización islámica. Los lazos históricos y geográficos son, en teoría, buenos elementos básicos para iniciar una alianza entre el mundo árabe-musulmán y el país ibérico que conduciría la pionera política de forjar una posible alianza entre culturas y pueblos. Pero, sin duda, muchos aspectos de la vida cotidiana y de realidad que viven los españoles no van en la misma dirección y, la mayoría de la gente, no está convencida de la genialidad de la propuesta del Gobierno socialista español.

No obstante, y ya no se trata de millones de ciudadanos españoles que rechazan cualquier tipo de pacto o alianza con la civilización islámica, por diversas razones que se entienden fácilmente- la administración Bush siempre ha sido muy crítica en cuanto a este tema y muy clara acerca de este asunto, rechazando la idea del líder socialista español. Comentan que "la propuesta de la Alianza de Civilizaciones nos enfrenta a una serie de opciones sobre las que decidir: es un ejercicio vacío y fútil, destinado a mejorar la imagen y densidad internacional de Zapatero de una parte, o no es nada más que un acto de ingenuidad e irresponsabilidad del que sacarán provecho los enemigos de la civilización occidental, reforzando sus valores y expandiendo su audiencia"

Otros señalan que "la propuesta de Zapatero es un puro plagio" de la que lanzó Mohamed Jatami en 1998 ante el foro de las Naciones Unidas. Sólo que, en lugar de alianza, Jatami empleó Diálogo de Civilizaciones. La iniciativa de Zapatero se explica en parte por su necesidad de reconocimiento internacional, pero, sobre todo, porque subraya su concepción de que, para luchar contra el terror, recurrir al uso de la fuerza es un grave error. Para él, lo importante es comprender las causas del terrorismo y atajarlas a través del diálogo y la promoción de la cultura.La propuesta del líder español va en la dirección opuesta a la de Washington, es decir lo que quiere Zapatero solucionar con el diálogo, los americanos quieren hacerlo con el uso de la fuerza. Por eso no sorprende que el número de países que formalmente están de acuerdo con la propuesta de Zapatero no haya dejado de crecer. La administración Bush ve en los intentos del Gobierno socialista español una iniciativa que busca condenar la política de los anteriores gobiernos en materia antiterrorista, con especial énfasis en las intervenciones exteriores como Irak. Pero de momento, se constata que lo que las adhesiones logradas por el gobierno español se reducen a dos grandes grupos: los países latinoamericanos y los países árabes.

Los trabajos del grupo de Alto Nivel partirán de la base de que los conflictos surgen entre estados e ideologías movidos por intereses enfrentados, un asunto sobre el que se cruzan diversas aproximaciones analíticas, entre ellas las propuestas por Samuel Huntington en su teoría del "Choque de Civilizaciones". Para el prestigioso intelectual ruso Vitaly Naumkin, miembro del grupo de Alto Nivel, "la esencia de la filosofía" de la Alianza de Civilizaciones consiste en que debe crearse una unidad cultural, un código de conducta civilizada que contribuya a que los Estados piensen cien veces antes de entrar en conflicto. Dicho de otro modo, las amenazas con las que choca el mundo actual, el terrorismo, la intolerancia y el extremismo religioso, están relacionadas estrechamente con los fundamentos de las civilizaciones, pero no sólo con los intereses de los Estados.

Seguramente, al margen de la cumbre euro-mediterránea de Barcelona, el primer ministro español volverá a insistir otra vez sobre la importancia de la alianza entre civilizaciones y pueblos y, probablemente, seguirá proponiendo y ampliando sus ideas progresistas, aunque conociendo que gran parte de sus conciudadanos no comparten sus ideas. Pero el Sr. Zapatero parece que parte convencido de que su iniciativa ya ha ganado mucho terreno, y avanza con bastante éxito, debido a los apoyos antes citados y al respaldo del Secretario General de la ONU, Kofi Annan.

+++ ++ +
A.Axdiri
(Tiempos de cambio)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

España es un pais de segunda fila que juega a superpotencia. En la época de Aznar, superpotencia pro-americana; con Zapatero, superpotencia anti- americana. Más inteligente es la diplomacia low- profile de Portugal, obteniendo sustanciosos fondos de cohesión europeos por inteligentes y silenciosas gestiones. Unos cardan la lana y otros llevan la fama....

Ali Al Axdiri dijo...

Ah Que sí.Lo de Aznar ha sido ciertamente más notable y demasiado pro americano. Con Zapatero digamos que la política española ha cambiado de rumbo pero no es anti-americana porque no puede serlo de tal manera. Otros países como el mencionado no sé porque su influencia en el ámbito global no puede ser relativamente más de su talla.En cuanto a los beneficios y al pragmatismo de unos o otros eso me parece que es completamente otra cosa... Gracias por dejar su buen comentario.A.A