miércoles, 18 de marzo de 2009

El monstruo se avergüenza a enfrentar la prensa

 El monstruo de Amstetten encerró a su hija durante 24 años en un sótano y hoy ante la justicia se avergüenza a enfrentar  la prensa

 ¿Cómo puede hoy Josef Fritzl ocultar su cara? ¿Será posible que siente él algún sentimiento de culpabilidad? Sin embargo hoy de nuevo volvió a no mostrar su rostro y se negó a hablar con la prensa al comienzo de la segunda sesión del juicio por haber encerrado y violado a su hija Elisabeth durante 24 años en un sótano. Una actitud que, según sus abogados, se debe a que "se avergüenza a enfrentar la prensa".

 

Al igual que hizo ayer en la apertura del juicio, Fritzl, de 73 años, ocultó el rostro tras un archivador azul y se negó a contestar las preguntas del único equipo de periodistas, de la televisión austríaca ORF, al que se permitió brevemente el acceso a la sala. Rudolf Mayer, el letrado de la defensa, justificó la actitud de su cliente: "Simplemente se ha avergonzado". La sesión de hoy del proceso que juzga a Fritzl por los delitos de asesinato por omisión de socorro, esclavitud y violación, entre otros, se celebrará a puerta cerrada para proteger la intimidad de las víctimas. El jurado popular seguirá visionando hoy el vídeo con el testimonio de Elisabeth durante sus 24 años de encierro y su vida y la de los siete hijos que dio a luz en el sótano.La muerte poco después de nacer de uno de los bebés es la base de la Fiscalía para acusar a Fritzl de asesinato, al entender que ignoró los problemas respiratorios del bebé y no dispuso la atención médica que podría haber salvado al recién nacido. Elisabeth, que no comparecerá en el juicio, es el único testigo de un proceso que se espera quede resuelto el jueves o viernes próximo. También testificarán cuatro peritos, un neonatólogo sobre la posible responsabilidad de Fritzl en el fallecimiento del bebé; un psiquiatra sobre el estado mental del acusado; y dos técnicos sobre el sistema de acceso y ventilación al sótano.La principal víctima del monstruo de Amstetten estuvo encerrada durante 24 años en un sótano, donde la violó incontables veces, y dio a luz a siete niños, uno de los cuales murió en 1996 poco después de nacer por falta de asistencia médica. Este es el cargo más difícil de probar, según los expertos. Un portavoz de la Audiencia Provincial de Sankt Pölten explicó ayer que, en función de cómo avance el proceso y la actitud del acusado, el veredicto de culpabilidad o inocencia podría ser emitido el jueves o el viernes. Probablemente ese mismo día, el jurado junto con los tres jueces profesionales que dirigen el caso, decidirán la sentencia que se impondrá al monstruo de Amstetten.

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