martes, 11 de noviembre de 2008

Ni vencedores ni vencidos

¿Cómo no se puede estallar el descontento de la población de un país tras una invasión injusta de tropas extranjeras y la ocupación de sus territorios? Los Estados Unidos bajo el pretexto de acabar con el régimen de los talibanes en Kabul, invadió Afganistán, el mundo Occidental apoyó Washington en su misión sin ahorrar esfuerzo porque estaba convencido de que esa intervención militar era justificada, tras el ataque del 11S, sobre todo en una región clave en la estrategia geopolítica de Estados Unidos dado que ese país centroasiático no sólo está a las puertas de Rusia y de China, sino limítofre con dos grandes países islámicos Pakistán e Irán que son en suma los países principales donde el Imperio Americano quiere guardar sus bases militares cerca de ellos para poder observarles bien de carca, controlar su evolución o movimiento militar u otro (caso de Iran) y quizás intervenir mejor, si lo es necesario en casos límites.

El terrorismo es la tapadera para justificar esa presencia. Desgraciadamente, en ese infernal juego las ideas religiosas contribuyen a encender las pasiones de los débiles, de lo cual se encarga bien la prensa y las campañas mediáticas propagandistas, los medios de comunicación manipulados por los líderes políticos, la realidad se trasforma en mentira y lo que es mentira se puede convertir en realidad (Caso de Irak) y al revés... siempre para preparar el terreno de cualquier intervención política o militar.

Creemos que ya es hora de reconsiderar toda la estrategia en la que la Unión Europea se ha involucrado al servicio de Estados Unidos allí, esa intervención, si tenemos que creer las mentiras o los pretextos de Bush, tenía como objetivo derrocar el regimen extremista de los Talibanes. Los aliados europeos junto a EEUU en esa guerra preventiva que tenía como claros objetivosm dos enemigos principales, primero los islamistas talibanes(fundamentalistas) y segundo, la red terrorista Al Qaeda.

La potencia militar occidental durante los inicios de los ataques aéreos y terrestres, con un éxcito rotondo consiguió el objetivo principal, intervención que llevó a una inminente derrota del régimen extremista de Taliban en Kabul y, tras la instalación del nuevo Gobierno bajo la presidencia de Hamid Karzay, todo parecía un éxito occidental orquestado desde Washington para instalar allí un régimen pro-occidental, pese a los enormes obstáculos, todo debería funcionar bien con la ayuda que prometieron las fuerzas invasoras al pueblo Afgano a reconstruir el país después de las batallas donde sí, y, en efecto hubo vencedores y vencidos.

Desde entonces y hasta hoy, pasaron siete años, los EEUU decidieron permanecer allí, por razones que aparentemente las grandes figuras políticas en Washington expresan en sus comentarios y declaraciones acerca de la situación que se ha ido creando ahí. Sin mencionar el papel de los grandes medios, que por su parte recalcan hasta la saciedad el contenido esencial de la nueva estrategia occidental “combatir la extensión islamista, acabar con el terrorismo mediante guerras preventivas”. O como dice Bush, siguiendo siempre el mejor método de la defensa que es atacar al enimigo en su propio terretorio, llevar la guerra hacia ellos, una vieja práctica bélica bien conocida desde el punto de vista militar, no obstante, y sin entrar en detalles, volvió a ser aplicada, como una de las teorías más eficaces en la nueva ola ofensiva militar americana, práctica bien apreciada y valorada por los Neocons fuente de inspiración y acción de la administración estadounidense actual.

Cuantas veces, si recordamos bien, Bush pidió al pueblo americano más tiempo para terminar la misión en ambos países que decidió invadir Afganistán e Irak, más y más presupuestos y dinero para alargar la guerra y así permanecer lo más posible allí.Trasladar o llevar la batalla al terreno de los enemigos. lema eternal y favorito durante el largo periodo de su Gobierno. “¿Pero señor Bush…Hasta cuando?” dice el pueblo americano cansado de oír falsas promesas de victoria y/o fin de la misión. “Nuestros hijos están muriendo, suplican las madres y los familiares de los soldados enviados al campo de las lejanas batallas.

Tras siete años de combates y batallas interminables sobre dos frentes ardientes en Irak y las tierras afganas, la resistencia afgana liderada por los combatientes talibanes ha vuelto a recuperar su fuerza gracias a la ayuda de los enemigos del imperio americano que hemos citado arriba los dos grandes países musulmanes fronterizos con Afganistán y los dos grandes rivales o próximas potencias mundiales China y Rusia.

Escrito por Ali Al Axdiri
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