lunes, 17 de octubre de 2005

¿El referéndum puede salvar a Irak?

Un referéndum bajo ocupación, una constitución escrita bajo presiones internas y externas, es imposible saber en un país como Irak lo que va a pasar el día siguiente, pese a los resultados del No o del Si. Irradicar a los partidarios del derrocado Saddam que son los Baacistas, no es una tarea fácil. El país de Eufrates está muy dividido y corre riesgos tras este referéndum de verse aún más dividido. No se pueden calcular las reacciones de los iraqueís.Las guerras y la violencia de la resistencia de los llamados insurgentes se endurece al contrario de lo que dicen las fuerzas de la ocupación.Todos nosotros en el resto del mundo árabe estamos pendientes de los hechos históricos que ocurren en Irak, entre los demás momentos vividos en el dolor y la esperanza, ahí vemos: "viene el referéndum iraquí como una señal de salvación y de salida". Veremos los resultados. ¿Quien sabe lo que pasará mañana? Ayudará el SI a mejorar la situación trágica que vive este país día a día entre fuego, explosiones y sangre.

"¿Estás de acuerdo con el borrador de la constitución iraquí?" es la pregunta que aparece impresa en la papeleta, traducida en árabe y en kurdo. Los electores tuvieron que elegir entre marcar la casilla del "sí" o la del "no".

Pese a la oposición de la minoría fracción sunnita. Las estimaciones iniciales de la participación electoral total eran del 61%. El conteo inicial de votos indicaba que una mayoría había votado a favor de la carta magna en dos de las cuatro provincias donde los sunnitas buscaban frustrar la aprobación.La Comisión Electoral en Bagdad desmintió a fuentes oficiales que en las provincias sunnitas aseguraban que había ganado el No. Los opositores necesitaban obtener dos tercios de votos negativos en tres de esas provincias.

De otro lado, o sea desde la parte gubernamental,las autoridades iraquíes consideran fundamental la participación de la comunidad árabe sunníta en el futuro político de Irak para acabar con la violencia. Por eso, y una vez presentado y aprobado el proyecto constitucional, se han seguido celebrando reuniones, que llevaron, hace dos días, a una serie de enmiendas destinadas a granjearse la complicidad de esta comunidad.La Constitución no será aprobada si más de la mitad del total de votos son para el "no" o si más de dos tercios de los que acudan a las urnas en tres de las 18 provincias del país rechazan el texto. Los suníes son mayoritarios en cinco provincias —Níniwa, Al Anbar, Salah ADdin, A Ttamim y Dyala— por lo que esperan poder anular el texto en las urnas.

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