(Foto: AP)
El rechazo a la Constitución en Francia deja una UE sin proyecto, sin credibilidad y sin dinero
BRUSELAS, 30 May. (EUROPA PRESS)
El rotundo 'no' de Francia a la Constitución europea deja a los Veinticinco sin proyecto político para aumentar el nivel de integración, sin credibilidad ante sus socios internacionales y sin esperanzas para lograr un acuerdo sobre el próximo paquete presupuestario, que debía haberse negociado y cerrado en la Cumbre de junio.
La contundencia de los franceses, con una participación cercana al 70 por ciento en el referéndum, no permite réplica. El ministro de Exteriores británico, Jack Straw, que tendrá un peso específico en la resolución de la crisis puesto que Reino Unido asume la presidencia de la UE a partir del 1 de julio, pidió ayer domingo "un período de reflexión". "Los resultados nos plantean profundas cuestiones a todos nosotros sobre la dirección futura de Europa", afirmó el responsable del Foreign Office.
El periodo de introspección se impone especialmente por las razones del rechazo galo: miedo a la llegada de extranjeros y a las deslocalizaciones de empresas, dificultad para entender la ampliación hacia el este, temor a perder poder en la Unión (la Constitución elimina la paridad histórica con Alemania), oposición a la entrada de Turquía a la UE y cuestiones concretas del proceso europeo, como es la preparación de la liberalización de los servicios.
Entre las posibles salidas se encuentra precisamente la de crear un 'opt out' o exención en determinadas políticas, para Francia, como las que disponen los países neutrales sobre la defensa europea o Reino Unido sobre el euro.
Sin embargo, esta opción sería difícil de aceptar para un país que siempre ha sido 'motor' de la construcción europea y, desde el punto de vista de España, que Francia decidiera, por ejemplo, excluirse voluntariamente de cualquier política también sería catastrófico, a la luz de la situación geográfica de su vecino del norte, en el corazón del continente.
La posibilidad de crear un diseño adaptado a Francia se produciría si no hay más de cuatro rechazos más a la Constitución en otros Estados miembros, puesto que si se supera esa cifra, el texto irá directamente a la papelera. Por ello, la decisión de mantener el proceso de ratificaciones ya emprendido obliga a los líderes europeos a acatar los resultados de las próximas consultas populares, todas ellas lejos de estar ganadas.
Extracto del artículo:
Escrito por Carolina Pérez
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Después del NO
lunes, 30 de mayo de 2005
Francia dice NO
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