Hacia la Autonomía del Sahara:
Discurso del Rey Mohammed VI
Texto integro
Sahara, Layún 24.03.2006
"Loor a Dios,
La oración y el saludo sean sobre nuestro señor
Enviado de Dios, su familia y compañeros."
"Querido pueblo:
Fieles súbditos habitantes de nuestras queridas Provincias del Sur
Es realmente un motivo de orgullo, renovar el encuentro con los hijos de estos parajes de nuestra querida patria, que no tienen precio. Nuestros sentimientos de alegría crecen más todavía al proceder en el día de hoy, en la genuina ciudad de Laayún, al nombramiento del Real Consejo Consultivo para los Asuntos Saharauís.
Con ello, venimos a colocar una primera piedra, que consideramos fundamental, para el afianzamiento de la cultura de la consulta, permitiendo a nuestros ciudadanos una amplia participación, mediante sus propuestas prácticas, en todas las cuestiones relacionadas con nuestra unidad territorial y con el desarrollo económico, social y cultural de nuestras queridísimas provincias del Sur.
Así pues, sobre la base de la experiencia acumulada por el Consejo, en su primera configuración, Hemos decidido otorgar a vuestro Consejo, en su nueva composición, la dinámica necesaria, a través de las competencias que le Hemos atribuido y de la destacada categoría que le Hemos conferido, con el fin de tomar parte, junto con las autoridades públicas y las instituciones electas, en la defensa de la marroquidad del Sahara y en la expresión de las legítimas aspiraciones de nuestros queridos ciudadanos.
De ahí que, empeñados en conceder al Consejo la credibilidad, la eficiencia y la representatividad, Hayamos velado por que el mismo sea integrado por notables de las tribus y representantes electos, de probado patriotismo y de prudente juicio. De igual modo, procuramos que el Consejo se abra sobre los actores de la sociedad civil y las fuerzas vivas, promisorios, todos ellos, de fructíferos aportes, sobre todo las mujeres y los jóvenes, que Nuestra Real Solicitud rodea.
De todos los componentes del Consejo, esperamos una simbiosis en el seno de una acción colectiva y complementaria, capaz de consolidar los logros alcanzados por nuestro país en el ámbito del afianzamiento de la unidad nacional y territorial. Al Gobierno y a todas las autoridades e instituciones, invitamos a cooperar con vuestro consejo, a fin de desempeñar sus funciones de la mejor manera.
De igual manera, queremos que del mismo hagáis una institución activa en el desarrollo de las provincias del Sur, un instrumento capaz de movilizar y encuadrar a los ciudadanos, y una fuerza de proposición, emanada del genio de los valerosos hijos del Sahara.
Por otra parte, os alentamos a presentar todas las propuestas que pueden conducir al retorno e integración de nuestros ciudadanos secuestrados en los campamentos de Tinduf, en el seno de su patria del perdón y de la clemencia, que les garantiza la dignidad y la libertad, tan necesarias para contribuir en el desarrollo de la edificación de Marruecos, fuerte por su unidad y democracia.
En el mismo contexto, y dado todo cuanto os anima como virtudes de celo por la patria y de fidelidad hacia los valores constantes y sagrados del Reino, os invitamos a que constituyáis la mejor expresión de las posturas de vuestros hermanos ante los foros y organizaciones internacionales, a fin de resaltar la justicia de la causa de nuestra unidad territorial, y a la vez, destacar las realizaciones y reformas llevadas a cabo por nuestro país en el ámbito del desarrollo humano sostenible y del progreso democrático.
Querido pueblo,
Nuestra primera causa está experimentando, en el ámbito internacional, progresos y novedades, desde que las Naciones Unidas se aseguraron de la imposibilidad de aplicación del Plan de Arreglo de la ONU. En su lugar, ha aparecido la necesidad de una solución política negociada y aceptada por todas las partes.
En armonía con tal orientación, que goza del apoyo internacional y de la ONU, nuestro país no cesa de mostrar su disposición para encontrar una solución política que garantice a los habitantes de la zona, la gestión de sus asuntos regionales, en el seno de la inalienable soberanía nacional y territorial. Ello constituirá un arreglo justo para el conflicto artificialmente creado en la zona y una contribución en la edificación de un Magreb Árabe dominado por la cooperación y la prosperidad, y de un espacio regional donde prevalezca la paz y la estabilidad.
Esta orientación, se enmarca dentro de Nuestros continuos esfuerzos, emprendidos desde Nuestra accesión al Trono de Nuestros gloriosos antepasados, para afianzar una buena gobernanza, forjada sobre la ampliación del ámbito de la participación en la gestión de los asuntos locales, la eclosión de nuevas élites capaces de asumir la responsabilidad, y la disposición de los medios legales y de las posibilidades materiales necesarias, para conseguir estos objetivos que han de servir los intereses del ciudadano, preservar su dignidad y asegurar el interés general.
Así pues, fieles a Nuestro proceder de consultar a todas las fuerzas vivas, y profundizando el ejercicio democrático, que irrevocablemente Hemos asumido, Hemos proclamado en Nuestro Discurso conmemorativo del trigésimo aniversario del comienzo de la Gloriosa Marcha Verde, Nuestra decisión de llevar a cabo amplias consultas con los partidos políticos y con los hijos de la zona, concernidos, acerca de la propuesta que nuestro país tiene la intención de presentar, en relación con el régimen autonómico, de nuestras provincias del Sur, como solución definitiva al conflicto artificial en torno a la marroquidad de nuestro Sahara.
Si la consulta de los partidos políticos se encuentra en una fase muy avanzada, ahora invitamos a Nuestros fieles súbditos, hijos de las provincias del Sur, a emprender una seria y profunda reflexión acerca de sus concepciones del proyecto de régimen autonómico, en el seno de la soberanía del Reino y de su unidad nacional y territorial.
Estamos convencidos de que esta doble consulta democrática, a escala nacional y local, sobre un tema vital para el pueblo marroquí, conducida dentro de un clima de unanimidad y de movilización, va a desembocar, dentro de plazos adecuados, en la cristalización de una concepción nacional, homogénea y realista, de una autonomía que garantice a todos los habitantes del Sahara, la posibilidad de administrar sus asuntos regionales, al amparo de la democracia y del imperio de la ley.
Os queremos asegurar que en el Primer Servidor de Marruecos, el garante de la unidad y soberanía de la Nación y el que vela por disponer todas las condiciones y medios que os permiten desempeñar vuestras funciones del modo más completo, vais a hallar toda la atención a vuestras opiniones y propuestas. A Dios Todopoderoso imploramos para que os dé el éxito y encamine vuestros pasos en el servicio de los intereses supremos de nuestra querida patria.
Finalmente, queremos mandar un saludo de consideración y de elogio a nuestras fuerzas armadas, representadas en el Ejército y en la Gendarmería Real, así como a la Seguridad Nacional y a las Fuerzas Auxiliares, y a todas las autoridades locales, por su valor y su movilización permanente e imperturbable, bajo el mando supremo de Nuestra Majestad, en defensa del territorio nacional, y de su seguridad y estabilidad. Queremos asegurar que no vamos a renunciar a ningún palmo de nuestro querido Sahara, ni a un grano de su arena. En ello radica el mejor ejemplo de fidelidad al recíproco pacto de la bay´a, establecido entre el Trono y el pueblo, así como al eterno juramento de la Gloriosa Marcha Verde.
El saludo, la bendición de Dios el Altísimo y sus gracias, sean con vosotros".
sábado, 25 de marzo de 2006
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