Si los medios de información y la prensa tradicional no estaban presentes o incapaces de estar en el corazón de las revueltas de Túnez, no obstante, los nuevos medios online estaban informando a fondo desde Túnez en el tiempo real sobre la evolución de la situación en Túnez. Las Imágenes vía telefonía móvil y las nuevas tecnologías llegaban vía YouTube en directo a gran escala y las noticias, minuto a minuto vía Twitter y Facebook, llegaron a todos los puntos del globo.
"Mubarak, haz como Ben Alí, lárgate". La joven egipcia Hela Halou pide en Facebook la dimisión del octogenario líder de este país árabe y numerosos internautas secundan sus gritos virtuales. "¡Sí, lárgate! [...] Fletemos un avión y metamos a Mubarak y las demás momias dentro", añade Ahmed, mientras otro participante de la red social invita a la acción: "Hermanos y hermanas de Egipto,tenemos que luchar. No temáis a la policía".
El derrocamiento del régimen tunecino de Ben Alí ha desatado la euforia en Internet entre miles de jóvenes urbanos del norte de África. Hastiados de regímenes autoritarios y corruptos que no les ofrecen oportunidades económicas e impiden que sus reclamaciones se asomen a los medios tradicionales, han encontrado en las nuevas tecnologías un aliado para burlar la censura y expresarse sin cortapisas.
La red popularizó el acto desesperado de Mohamed Bouazizi, el tunecino de 26 años que se quemó a lo bonzo, acto que le ha convertido en el símbolo de la nueva generación de jóvenes valientes que lucharon hasta la batalla final por todos los medios. Muchos hoy hablan de un milagro, un mes antes nadie creía en la liberación de Túnez. El suicidio brutal incidió la revolución en Túnez, tras el desesperado acto los jóvenes tunecinos furiosos y sin miedo a la represión empezaron a arrancar los carteles oficiales de Ben Alí y pegar sobre ellos la fotografía de Bouazizi, mientras tanto grupos de ellos se encargaron de filmar las protestas y los choques con la policía. Vía Internet y las redes sociales las revueltas de Túnez llegaron a los medios internacionales de comunicación. La mecha que incendió el joven vendedor ambulante tunecino ha ido aún más allá y ha saltado la frontera.Más de diez personas en los días previos en Argelia, Egipto y Mauritania, han seguido su ejemplo.
"Bouazizi se ha convertido en un símbolo brutal, una muestra de la desesperación extrema de un joven sin expectativas de futuro, dispuesto a acabar con su vida a pesar de que el suicidio, por motivos sociales y religiosos, es un estigma para los musulmanes", explica Haizam Amirah Fernández, investigador principal para el Mediterráneo y Mundo Árabe en el Real Instituto Elcano.
lunes, 24 de enero de 2011
La otra revolución vía Facebook,Twitter y YouTube
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