Un año impar
A. Axdiri

El año 2005 ya no es nada más que otra página escrita que ha sido añadida a nuestra turbulenta historia. ¿Pero si nos preguntamos, qué nos queda en la memoria de los doce meses pasados, y qué recordamos, en especial, como cuestiones que nos han conmovido? Lo cierto y positivo es que en estas fechas nos paramos con la ilusión de que algo comienza y algo termina, una vertud que nos permite reflexionar y medir el movimiento del tiempo, repasando diversos asuntos y temas.

Del año 2005 resaltan antes de todo, las grandes catástrofes naturales, el Tsunami del Sureste asiático, fue una catástrofe sin precedentes, que terriblemente había golpeado grandes partes de una enorme zona geográfica, afectando a varios países, una catástrofe que se le puede llamar catástrofe histórica.

Y después vino Katrina, con sus devastadoras destrucciones, “sonidos y furia”, como había escrito William Faulkner, el gran genio de la literatura americana, famoso por su novela bajo este mismo mítico titulo. Pero esta vez, la historia ha sido bien diferente, muy lejos de la locura del narrador y de sus incomprensibles relatos. Las televisiones de todo el mundo nos mostraron imágenes trágicas, tras el paso de las tormentas tropicales...de lugares en ruina, de inundaciones, de damnificados y de la destrucción total de ciudades enteras, como Nueva Orleáns. Recordamos Welma que vino tras el paso de Katrina y juntos los huracanes arrasaron la otra mitad del mundo, sobre todo el Caribe, Centroamérica, partes de México y la costa sur de Estados Unidos.

El 7 de julio en Londres estallaron las bombas. Sembraron miedo caos y confusión, y muchos nos dimos cuenta de lo que se siente vivir en un lugar donde puede haber otra bomba. Y los que creían que el mundo era más seguro comprendieron que no era así.

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