La derecha cristiana tiene motivos para sentirse feliz. La pasada semana el candidato republicano, John McCain, estaba barajando la posibilidad de elegir un compañero de candidatura partidario de la libertad de aborto para captar el voto centrista y liberal que pudiera escapársele a Obama, y ahora se encuentran con el regalo llegado de Alaska de la señora Sarah Palin, antiabortista radical que ha predicado con el ejemplo en dos ocasiones recientes: consigo misma, al dar a luz a un niño con síndrome de Down; y con su hija de 17 años, embarazada de cinco meses a la que ha animado a proseguir con el embarazo. Son numerosos los portavoces de los movimientos religiosos extremistas que han expresado su euforia, traducida también en un aumento de las donaciones para la campaña de McCain y en un mayor entusiasmo entre sus votantes ya convencidos, detectado por los sondeos de opinión. Hay mucho de autoafirmación en todo ello: las encuestas también detectan por el contrario el despegue de la intención de voto para Obama como resultado de una brillante convención de unidad demócrata y de una caótica y tempestuosa Convención Republicana. [Sigue leyendo →]
*Lluís Bassets
Fuente : El Pais - España
viernes, 5 de septiembre de 2008
Mundo peligroso
Etiquetas:
Bush,
Estados Unidos,
Política
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