"Uno de los dos va a hacer historia"
• Los dos aspirantes demócratas mantenían de madrugada una reñida lucha en la costa este • La exprimera dama de EEUU gana en Nueva York y Massachusetts, y su rival, en Delaware
Eran las 10 de la mañana del esperado supermartes, y Denise Hunter, una mujer negra, demócrata, de 21 años, hija de una interventora de un colegio electoral situado en la calle 6 con la avenida D de Nueva York, aún no tenía decidido su voto. "Por una parte quiero una primera presidenta. Pero soy afroamericana y me gustaría un presidente negro. Pase lo que pase uno de los dos va a hacer historia", justificó sus dudas. Denise era representativa de la difícil elección que afrontaban ayer millones de votantes y simpatizantes demó- cratas en 22 estados de costa a costa de EEUU: elegir entre Barack Obama y Hillary Clinton. Los primeros resultados y proyecciones de los medios de EEUU disponibles al cierre de esta edición confirmaban esta indecisión, ya que ambos candidatos disputaban una cerrada lucha en los estados de la costa este y del sur.
Así, Clinton ganó en Oklahoma, Tennessee y Arkansas, y Obama, en Illinois (su estado natal) y Georgia. En los grandes estados de la costa este, territorio Clinton a priori, la senadora confirmó las expectativas venciendo en Massachusetts, a pesar del mediático apoyo de la familia Kennedy a Obama, Nueva York y Nueva Jersey. Sin embargo, el escrutinio en Connecticut era muy reñido y el senador ganó en Delaware.
Cuando esta campaña arrancó hace más de un año, el día de ayer estaba marcado en rojo en el calendario. Todo parecía destinado a decidirse en esta especie de primaria nacional, inédita con esta envergadura en la historia de EEUU. Pero la extraordinaria campaña de Obama --y sus grandes resultados-- cambiaron lo que se antojaba que iba a ser un desfile triunfal de la exprimera dama. Lo reñido de los primeros resultados confirmaban lo que se preveía: que ninguno de los candidatos podría acabar la jornada como vencedor indiscutible. En el mejor de los casos, esperaban salir reforzados. En el peor, con un empate virtual y mirando hacia las próximas citas.
NORMAS ENREVESADAS
Lo enrevesado y arcaico de las normas del Partido Demócrata contribuían a esta situación. En los 22 estados, los delegados (sobre el papel, esta competición va de quién tiene más delegados el día de la convención) son asignados de forma proporcional a los votos conseguidos. Se puede ganar en voto popular un estado y no en delegados, por ejemplo. Por eso, a la hora de valorar quién es el ganador habrá que contar los delegados pero también los estados ganados. Esto último dará una imagen de fortaleza política y de viabilidad de la candidatura que puede ser muy importantes en las siguientes primarias.
Pero había otros puntos de sumo interés en la competición entre Clinton y Obama. Por ejemplo, California, el mayor premio del concurso, donde el apoyo de los hispanos a Clinton era contestado por el predicamiento de Obama entre los progresistas clásicos y los trabajadores de las empresas de tecnología. Ganar en California (cuyos colegios electorales no habían cerrado al cierre de esta edición), al margen de los delegados, era un pieza de caza mayor política para los dos candidatos.
MUJERES E HISPANOS
Luego estaba el voto por comunidades. Las mujeres blancas de mediana y tercera edad son incondicionales de Clinton. Los hombres, no tanto. Los hispanos apoyan mayoritariamente a la senadora, como es el caso de Nilsa Menendez, una portorriqueña de 53 años que vive en Nueva York: "He votado por Hillary por su plan de salud, y porque voy con las mujeres. Es momento de que haya una mujer en la presidencia". Su voto era crucial en estados como California.
La base social más clara de Obama es la de los veinteañeros y los treintañeros. En Massachusetts, el senador tenía el apoyo de la familia Kennedy y, en el sur, el de la comunidad negra, que le votó abrumadoramente en Carolina del Sur. En ella, por ejemplo, cimentó su victoria en Georgia, donde los negros formaban el 52% de los votantes demócratas. Pero Obama convenció en este estado al 43% de los votantes blancos, en lo que supone un importante toque de atención.
Independientemente de lo fácil o difícil que fuera para el electorado demócrata elegir entre dos candidatos con programas y propuestas muy similares, los votantes acudieron a las urnas electrizados por una campaña apasionante y con la convicción de estar eligiendo entre dos muy buenas opciones. "He votado más por personalidad y con el corazón que por el programa, ya que son muy similares", dijo en Nueva York Kevin Clark, votante de 35 años de Obama. "Si Hillary ganara la nominación no me importaría", añadió.
Vía Link
miércoles, 6 de febrero de 2008
Clinton y Obama se reparten los primeros estados del 'supermartes'
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2 comentarios:
a ver hoy que va pasar.
Personalmente creo que el que va a ganar y con na diferencia abrumadora va a ser el republicano, un follon tan gordo y con un negro y una mujer no va a a llegar a buen puerto, saludos y no tengo nada en contra de esos 2 colectivos
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