martes, 7 de febrero de 2006

Caricaturas danesas...
Apaguen la mecha, por favor
Rafael Estrella

¿Qué diferencia hay entre los dibujos daneses y esta imagen difundida en EEUU tras el 11S?. ¿Podemos amparar esta última en el ejercicio de la libertad de expresión? El debate central a que nos enfrentamos no es sobre la libertad de expresión, que está garantizada y protegida en nuestras sociedades, sino sobre el sentido común, que es el que debe regir los límites de esa libertad. De todos los argumentos y calificativos cruzados en la polémica sobre las caricaturas danesas del Islam, hay uno que no he escuchado: que Kurt Westergaard es un descerebrado. Si lo que pretendía su periódico era hacer un experimento sociológico, lo mínimo que cabe decir es que son unos locos, ignorantes e irresponsables. Ningún director de un periódico europeo serio hubiera publicado esas viñetas. Los que ahora lo hacen respondiendo a la reacción violenta tienen un buen argumento para ello, pero echar gasolina al fuego no sirve de nada, aunque les permite eludir el auténtico debate. No se trata de adoptar una posición equilibrada, si no de ser coherentes, en todo momento.

Las respuestas violentas que se están promoviendo en el mundo musulman suponen una reacción inadmisible a una expresión irresponsable. Me sorprende que líderes de opinión y medios de comunicación en toda Europa estén debatiendo sobre lo primero y, envueltos en la invocación de la libertad de expresión, eludan calificar lo segundo. También se ha querido comparar lo ocurrido ahora con el caso Rushdie, de origen indio y religión musulmana, que promueve una visión abierta y moderna de su propia religión: no hay comparación posible, salvo en la reacción de los violentos.

Desde un análisis riguroso, es evidente que esas caricaturas que pintan al dios del Islam como un terrorista favorecen a los extremistas y debilitan tanto a los moderados y modernizadores del Islam como a los laicos. Si queremos ayudar a quienes promueven la democracia, las libertades -incluyendo la de expresión- en esos países, lo ocurrido va en la dirección opuesta. Si queremos erradicar el odio de una región tan convulsa, en la que ese odio y la violencia que le acompaña están a flor de piel, si queremos que ese odio no emerja en nuestros países, estamos en el camino equivocado. Leer [+] Link

1 comentario:

Anónimo dijo...

Amigo Ali: creo que la peor caricatura de cualquiera de las religiones la encarnan quienes defienden sus creencias a sangre y fuego, violentamente.
Ninguna caricatura humorística será para mí tan insultante como esas escenas en las que se mata y se arrasa, sean las tropas del integrista cristiano Bush o de los que degüellan a sus rehenes.
Por encima de todo, valoro un mundo en el que los Monthy Python pueden hacer una película, como "Life of Brian" que es una burla jocosa de la vida de Cristo, que no desencadenó olas de violencia sino de carcajadas.
Olvidar el humor como supremo valor es más que un error, un crimen contra la inteligencia.
Un abrazo con mi gratitud por tu labor y tu inteligencia.