Desde hace 60 años no han cesado las guerras de Israel, pero los dirigentes de Tel Aviv como si fuera no han sacado ninguna lección de la historia. ¿Hasta cuando pueden continuar negando los derechos del pueblo paestino? El mundo vuelve a lamentar otra agresión sobre los palestinos recordando las agresiones de ayer en el Líbano en 2006. Estas atrocidades que provoca Israel sólo conducen a más odio y radicalismo en la zona como consecuencia, encima de aquí amenazan la paz en toda la región de Oriente Medio.
Olmert, en aquel verano de 2006, amenazaba de acabar con Hizbolah en Líbano. El resultado fue una clara derrota de su ejército allí.El mismo escenario, la misma historia se repite hoy en Gaza con el movimiento de Hamas. ...No sé por qué, los israelíes, desde más de 60 años, -fuera de la violencia- no entienden otro lenguaje. La condena de la comunidad internacional a su barbarie en Gaza es rotunda.
El llamamiento a un cese de las hostilidades contra el pueblo palestino en Gaza es unánime. Olmert quizá puede matar a miles civiles, entre ellos mujers y niños, puede acabar con la vida de Hamas, y puede cometer matanzas continuas ¿ Pero qué puede pasar? En peores casos existe la posibilidad de que la agresión se extienda hacia más allá. El objetivo israelí de romper la voluntad de Hamas o de otros movimientos de resistencia siempre ha fracasado. La agresión sionista y el castigo sobre Gaza es una política sin salida, el heroísmo sionista y la matanza de civiles, sin armas y sin defensa sólo generará más odio y guerras.
Un pueblo ubicado en un territorio geográfico cuyas fronteras están todas cerradas y controladas por el adversario israelí. No es justo que Gaza, o la cárcel más grande del mundo con un millón y medio de habitantes, vuelve a ser castigada trágicamente como hemos visto. Este es el peor genocidio de nuestros tiempos, quizás los que vivieron el holocausto pueden comparar. Y quizá Israel no sabe que está cometiendo uno de los grandes errores en la historia de su existencia en la zona de Oriente Medio.
Los ataques de las fuerzas aéreas de ayer, un baño de sangre, con un resultado de víctimas mortales que no ha cesado de aumentar, ya son 300 muertos y más de 1000 heridos. Una venganza ciega cuyos motivos no convencen a nadie. Los habitantes de Gaza en mayoría civiles, están aterrorizados y nosotros con ellos horrorizados de lo que puede pasar.
Hoy mismo, el segundo día de las masacres, no han cesado las amenazas hebreas de continuar su agresión por Aire, mar y tierra. Esta nueva ola de ataques sangrientos, cuya magnitud, según los observadores en realidad es desproporcionada e innecesaria. Los cohetes caseros que se lanzan sobre la zona limítrofe tienen la única explicación de protestar contra el bloqueo y el control que ejerce Israel sobre la población de La Franja de Gaza.
La emoción y precisamente los sentimientos de sangre y religión que unen a palestinos y sus hermanos en el mundo árabe son crecientes, como prueba de ello, miles han salido a las calles a expresar su furia contra el Estado sionista de Israel. Sabemos que no pueden cambiar la situación, ¿pero quien sabe lo que pueden desencadenar mañana en la región?
Israel abandonó Gaza en 2005, tras 38 años de ocupación y Hamás, que derrotó al Fatah de Mahmud Abbas en las últimas legislativas, domina plenamente la franja desde que en junio de 2007 eliminó en violentos espasmos de guerra civil a las fuerzas leales a la Autoridad Palestina.
La conmoción internacional es sísmica, ni la condena de la UE, ni su llamamiento al cese de la agresión han tenido efecto. Loa analistas señalan otras razones coyunturales en el castigo que inflige Israel a Hamas. Cuanto más sangre palestina derramada, aumenta la popularidad de la mujer fuerte de Israel, Livni a la cabeza de Kadema. El 10 de febrero próximo se enfrentan en elecciones decisivas el partido en el poder, Kadima, que presentará como candidata a Tzipi Livni, ministra de Exteriores, y la oposición ultraderechista Likud, del ex jefe de Gobierno Benjamin Netanyahu, y la primera entiende que hay que ir a las urnas sin que nadie dude de su capacidad de eliminar al enemigo integrista.
“La UE e Israel han negociado durante los últimos meses un acuerdo extraordinariamente favorable a los intereses de Israel, y lo menos que habría que decir en las circunstancias actuales es que sería obligada una mayor prudencia a la hora de tomas de posición como éstas. Israel no debería excluir a Hamas a la hora de negociar, pero nada se podrá hacer si Hamas no renuncia públicamente a la violencia y actúa en consecuencia como desea Tel Aviv”. No se divisa más que odio y muerte en Oriente Próximo.
domingo, 28 de diciembre de 2008
La barbarie israelí no cesa en Gaza
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