viernes, 15 de junio de 2007

Irán: El crimen y el castigo

No puede ser, !la pena de muerte!. Es más que una medida dura y muy dura para castigar la producción o la protagonización de filmes o material porno en la República Islámica de Irán. En Occidente este tipo de industría aunque está permitido y obviamente dirigido a un cierto público; pese a todo lo que se dice a favor o en contra, forma parte de una industría poderosa y millonaria en el mundo del show business, no cabe duda que su éxito comercial es inparable, sin entrar en más detalles.

Aunque el negocio del porno es considerado inmoral o de mal gusto, en la mayoría de los países occidentales su circulación y su producción siguen creciendo mediante Internet, canales de TV y Mutimedia ha aumentado su consumo en todas partes del mundo convertiendose en un gran negocio socio organizado por las leyes en los países libres que lo permitieron y lo permiten en defensa de las libertades y los valores de las sociedades liberales, valores que desde ciertas perspectivas, -induscutiblemente- son paradógicos a los valores universales reconocidos por las sociedades de diferentes credos y civilizaciones.

En breve un tema de gran sensibilidad que siempre ha generado grandes debates y crítica. Pero si en Irán, las autoridades han decidido castigar quiénes pruduzcan o protagonicen material porno con la pena capital, no para prohibir o frenar todo lo que viene de Occidente como fenómenos no conformes o contradictorios a la civilización islámica, eso será porque quieren enviar-detrás de esta decisión- algún mensaje político a sus adversarios en el mundo occidental.

Irán castigará el porno con la muerte
Por ÁNGELES ESPINOSA - TEHRÁN
El Parlamento iraní aprobó el pasado miércoles una ley que permite castigar con la pena de muerte a quienes produzcan o protagonicen material pornográfico. Con esa decisión, al parecer motivada por el escándalo de un reciente vídeo en el que se veía a una conocida actriz fornicando con su novio, la producción de pornografía se equipara en Irán a la traición, el espionaje, la sodomía, el adulterio, la prostitución o la apostasía, entre otros delitos sancionados con la pena capital.


El escándalo por un vídeo de una conocida actriz haciendo el amor ha precipitado la ley "Quienes produzcan obras pornográficas o estén directamente vinculados con su elaboración serán considerados corruptos de la tierra y podrán ser castigados con la pena correspondiente", señala el texto de la ley tal como fue difundido por la agencia oficial Irna.

Ser un "corrupto de la tierra" es uno de los crímenes más graves mencionados por el Corán. El código penal iraní, que lo incorporó tras la revolución islámica de 1979, lo castiga con la pena de muerte. Los diputados respaldaron la propuesta de agravar la condena para los responsables de producir pornografía al incluirles en esa categoría por abrumadora mayoría (148 síes, cinco noes y cuatro abstenciones). La ley se refiere a vídeos y medios electrónicos como CD y DVD. Revistas y libros porno ya estaban prohibidos.

No hubo discusión sobre lo que constituye una obra pornográfica: aquélla "cuyo contenido consiste en exponer la desnudez del hombre y la mujer mientras mantienen relaciones sexuales". En la mente de todos estaba el contenido de un vídeo clandestino que fue la comidilla de todo Teherán el pasado invierno. Con los tonos virados al rojo por el uso de una cámara amateur, mostraba a una joven iraní, supuestamente la actriz Zahra Amir Ebrahimi, mientras hacía el amor con su novio.

El rumor decía que había aceptado grabarlo antes de viajar fuera del país para que su amado lo tuviera como recuerdo. Ella ha negado ser la protagonista y acusa a un pretendiente despechado de querer destruir su carrera, pero sigue bajo investigación de la fiscalía. En Irán, donde está prohibido el mínimo contacto físico entre un hombre y una mujer que no estén emparentados en primer grado, las mujeres tienen que cubrirse completamente en público y ni siquiera en las películas muestran el pelo o gestos de afecto hacia quienes hacen el papel de maridos o novios.

Además, la nueva ley supone que esos delitos pasarán a ser juzgados por tribunales revolucionarios, una instancia cuestionada por los defensores de los derechos humanos. Antes de entrar en vigor, aún debe recibir el visto bueno del Consejo de Guardianes, una especie de Cámara Alta designada que ratifica las decisiones del Parlamento, pero dado su conservadurismo no es previsible que encuentre dificultades.

Irán se encuentra en el punto de mira de las organizaciones internacionales de derechos humanos por mantener la pena de muerte. Según Amnistía Internacional, los ejecutados se elevaron a 177 el año pasado. En lo que va del presente, France Presse ha contabilizado 98.
Fuente:El País Internacional
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