narrativa I relato breve

Trίptico(I)Relato breve

Primera herida

Todo ocurió en aquellos remotos tiempos y que ,casi ya se me olvidó todo aquello de las miserias de mi infancia , pero aunque no me queda nada en la memoria de mis primeros recuerdos “ Si , y ah! ,que si , ¿y cómo no?” Todavia llevo marcada para siempre una "inolvidable herida".Es triste que una mujer- la primera que conocί después de mi madre- decidió por un dia de primavera llevarme para dar una vuelta en los campos de cebada y flores. Estaba yo en los cielos, encantado de ver las multi- coloreadas mariposas volando sobre mi cabeza , y sobrevolando las extendidas mapas de los magnίficos prados, en frente de mis ojos que no paraban de contemplar gozando del espectάculo .Yo, como hipnotizado, admiraba los increibles colores ,sentίa atravesar mi olfato unos odores de perfume singular de flores salvajes, oίa sonidos mάgicos que venίan suavemente acareciar mis sentidos encantados. Todo un bello sueño.
En aquellos instantes Mina decidió maliciosamente abandonarme.Después de un abrazo me engañó regalandome algún besito sobre mi mejilla , prometiendome que iba a volver pronto ; y en un segundo se apartó de mί , dejandome solo en el medio de los campos de cebada y flores ,unos campos de sueño , -por lo que ofrecίan como paisaje - pero desérticos. Pasaron largas horas , pero Mina nunca volvió.

Me quedé solo,sin poder hacer nada , sin saber si Mina iba a volver a recogerme o no.Me encontraba yo bien perdido lejos de nuestra casa y de mi madre. ¿“Donde ,diablos estά Mina”?repetia a mi mismo,interrogandome contenuamente entre momento y otro en ansiedad. Porque ya empezaban mis dudas de que Mina no iba a volver. ¿ “Donde se fue ésta tonta”? Repetίa yo interiormente, sin cesar, en rabia y malestar. A la inclinación del Sol hacia un repentino vespertino. Sentiendo yo, hambre y inquietudes multiples; empecé a llorar, porque no solamente tenίa miedo, sino que me veίa afrontado a otros sentemientos confusos que, de hecho, empezaban a amenazar mi pequeño ser. Me parecίa que la oscuridad del anochecer iba a divorarme vivo.Cuando ya habίa perdido toda esperanza y cansado de llorar. Hacia la caida de los primeros indices de la anunciada oscuridad.Oί la voz de mi madre. No podrίa creerlo, oyendola acercando de mί mάs y mάs,seguίa dudando de la autenticedad del sonido de su voz. Empecé a gritar con toda mi plena y llorona voz : mam ... mamάaaa. “ O Dios mio, sabίa ... maldita Mina” .Mi madre ya se acercaba de mί; la oίa voceando en rabia, insultando en furia y amenazando con graves venganzas y represalias a Mina, mientras avanzaba precipitandose corriendo como enloquecida hacia mί; inquieta , -hasta las lίmites - asi la vί – pero al mismo tiempo, ella parecίa también feliz y dichosa de haberme por fin encontrado.

Escrito por Ali